martes, 9 de noviembre de 2010

La Autoridad

Taller 6. Primer ciclo 20101-2011



 En nuestro ultimo encuentro de este primer ciclo, abordamos  un aspecto que engloba todo el proceso de aprendizaje desarrollado en el taller. La autoridad ejercida con conciencia, equilibrio y sobre todo autentico  sentido educacional  en nuestros hogares resume todos los valores que definen una sana y fructífera relación entre padres e hijos. Mediante una dinámica grupal amena  dramatizamos  diferentes situaciones que vivimos a diario en el hogar y como pone a prueba nuestro ejercicio de la  autoridad.  A continuación parte del material que nos sirvió de marco teórico.


Ejercicio de la autoridad educativa


Ideas generales sobre la autoridad

  •  La autoridad está ligada cada vez más a:
  •  Factores personales
  •  Factores pedagógicos que enseñan a cómo ejercerla hoy.
  •  La autoridad es algo intrínsecamente relacionado con la misión de educar que tenemos los padres.
  •  Son cuestiones distintas tener autoridad y ejercerla. La autoridad viene exigida por condición de primeros responsables.
  •  La autoridad y el amor son la cara y la cruz de la moneda educativa, y deben, tanto el padre como la madre, translucir autoridad y amor.

Autoridad es el poder de mandar sobre los demás, induciéndoles una determinada forma de actuar.
El ejercicio de la autoridad
El ejercicio de la autoridad supone:
En primer lugar, estar luchando personalmente para conseguir en su propia vida lo que se quiere hacer crecer o incrementar en los hijos. Se trata de crecer juntos, padres e hijos. De modo que ejemplo y autoridad se complementan en la superación personal.
En segundo lugar prestigio, fundado en el propio bien ser y en el propio bien hacer.
  •  ¿Cómo me prestigio o me desprestigio ante mis hijos?:
  • Por mi modo de ser: (El buen humor, la serenidad y la naturalidad)
  •  Por mi modo de trabajar
  •  Por el modo de relacionarme con los demás

Fases en el ejercicio de la autoridad educativa
• Pensar en qué cosas son necesarias para ser exigentes o flexibles, en función de nuestros objetivos educativos.
• Saber informarse - participación consultiva.
• El poder decidir es saber tomar buenas decisiones antes de mandar.
• Una comunicación clara facilita la obediencia. Es necesario comprobar que el mensaje ha sido bien captado.
• Hacer cumplir.
El servicio de mandar
incluye dos poderes:

  •  Tomar decisiones influyentes en el comportamiento de los hijos y,
  •   Sancionar.
Las sanciones (positivas o negativas) siempre se dan en la relación humana. En el ejercicio de la autoridad, en la familia se utilizan, en función de los objetivos de educación familiar, para hacer cumplir lo que, previamente y con la información necesaria, fue pensado y decidido por los padres.

    Derechos de la Autoridad Paterna y Materna
    • La autoridad de los padres es un derecho natural que les ha sido conferido por Dios y reconocido por la sociedad, en razón de la progenitura.
    • La autoridad de los padres es, en justa correspondencia al derecho, un deber o responsabilidad que contrae con quien les confirió el derecho: Dios y la sociedad.

    Relación Autoridad-Obediencia
    La educación de obediencia forma parte de la educación de la libertad y es el primer punto de apoyo para el ejercicio de la autoridad educativa. Por lo tanto, obedece libremente el que hace suyo lo que se le manda, es decir, quien lo asume con la responsabilidad de una tarea libremente aceptada.
    Relación Autoridad-Obediencia

     La participación en el ámbito de la familia podría sintetizarse en construir la casa juntos, padres e hijos, en un proceso de gradual responsabilización de seres libres, unidos por el lazo familiar y por el ejercicio correcto de la autoridad de los padres, componente esencial del amor a los hijos.
    Sugerencias para un ejercicio compartido de la autoridad en el hogar:


    Sugerencias para un ejercicio compartido de la autoridad en el hogar
    •Establecer previamente unas reglas del juego. Son normas aceptadas por todos y exigibles a todos.
    •Exigirse a sí mismo en lo que comprensivamente se quiere exigir a los otros.
    •Ponerse de acuerdo con el otro cónyuge en cuanto al ejercicio de la autoridad.
    •Considerar inseparable la participación y la responsabilidad•Ser sobrios con el ejercicio de la autoridad
    •Saber resistir frente a las dificultades y a frustraciones.
    •No desanimarse nunca, pase lo que pase.
    •Destacar siempre en primer lugar, lo positivo.
    •No olvidar que el ejercicio de la autoridad educativa
    •requiere un clima de confianza, que no excluya actos de energía.






                

    domingo, 7 de noviembre de 2010

    La Disciplina

     Taller 5 . Primer ciclo 2010-2011



    En nuestro taller numero 5 abordamos el tema de la Disciplina. como en veces anteriores reflexiionamos sobre nuestro rol de educadores y como debemos orientar a nuestros hijos e hijas en como respetar los acuerdos , normas y reglas que hemos asumido en el hogar . A continuación les dejamos algunos datos que nos ayudaran a comprender mejor el valor de la Disciplina.

    Enseñando disciplina a nuestros niños en el hogar

    Al hablar de disciplinar a nuestros niños, lo que proyecta nuestro pensamiento es la
    imagen de los padres castigando a sus hijos, ésto es porque se asocia la idea de
    disciplina a algo negativo, egoísta, autoritario. Afortunadamente estos universales
    conceptos están en decadencia.

    Pero, del mismo modo, es esencial que los padres entiendan que los niños necesitan
    disciplina, pero ¿qué clase de disciplina? una disciplina que los ayude a convivir, a
    respetar los derechos de los demás y reconocer que ellos también tienen sus propios
    derechos, pero también sus deberes. La palabra disciplina se origina de "discípulo", que
    significa "aprendiz". Disciplina significa enseñanza y preparación. Forma parte de
    nuestra tarea de ser padre o madre. Es una forma de transmisión de amor y de valores a
    nuestros hijos.

    La disciplina es una manera efectiva de enseñar: conductas y hábitos correctos; maneras
    acertadas de expresar sentimientos; modos adecuados de jugar y compartir; valores
    familiares y sociales; seguridad para el niño, para otras personas y cosas.

    Los padres no deben confundir nunca disciplina con castigo, ya que el castigo lo que
    proyecta es temor, desconfianza y lo que es más lamentable, deteriora los lazos
    afectivos entre padre e hijos, a la vez que siembra en los niños la semilla de violencia,
    abuso y agresividad. Tampoco se debe confundir la falta de castigo con exceso de
    permisividad. Se ha de ser firme, sin violencia.

    La disciplina es un proceso continuo, que debe comenzar temprano en la vida del niño,
    adaptándose a su edad y personalidad. Cada niño es único. Es importante comprender el
    momento por el que está pasando su niño, si necesita de más suavidad o firmeza o si
    requiere reglas y hábitos más acordes a sus recién adquiridas destrezas.
    La disciplina, en principio, ha de ajustarse a la edad del niño. Saber lo que puede lograr
    y lo que no. Evitar exigirle algo para lo que no está preparado. Si los padres observamos
    y conocemos el proceso natural de nuestro niño, será más sencillo indicarles los límites;
    el detener una conducta negativa en forma inmediata; explicarle como afecta su
    comportamiento a otros y a él mismo, haciendo así que el niño se sienta cada vez más
    seguro y capaz en tomar sus porpias decisiones y poder convivir en armonía con otras
    personas.

    ¿Qué sucede si no se limita la conducta? si los padres no enseñamos disciplina, nuestro
    hijos no aprenderán a autocontrolarse y autodirigirse, además que se les expone al
    rechazo, ya que la vida diaria está llena de normas y reglas que debemos cumplir para
    poder convivir armónicamente, y estas reglas deben aprenderse desde temprana edad.
    En todo proceso de disciplina a nuestros niños se han de tomar en cuenta los siguientes
    aspectos:

    * Antes que todo: la disciplina que se aplique, deberá estar de acuerdo a la edad y
    capacidad del niño
    * Deberá ser constante y firme: cuando diga algo, esté preparado para actuar y cumplir.
    Unir la palabra a la acción
    * Se deben establecer reglas: antes, algo muy importante: recuerde que lo que se va a
    delinear es la conducta y no los sentimientos que la acompañan. 

    Los sentimientos siempre deben reconocerse, aunque no se acepte la conducta que originan. Ejemplo: el
    niño lanza un juguete porque está enojado, se le debe reconocer el sentimiento de enojo,
    más no la conducta de lanzar el objeto. Se le debe explicar que todo comportamiento
    tiene una consecuencia, en este caso es que podría herir a alguien o a él mismo. En el
    aprendizaje de las reglas de convivencia se recomienda ir introduciéndolas poco a poco,
    comenzando por las más necesarias. Evite el exceso de reglas y también el ser muy
    permisivos. Recuerde: todo en la vida debe tener un equilibrio.
    * Se deben establecer rutinas claras: horarios para cada actividad del día (comidas,
    bañarse, ir a dormir). No siendo tan rígidos, hacerlas dentro de determinada hora, no a
    una hora exacta (es imposible de cumplir por el ritmo de vida actual). Recuerde: edad
    del niño, personalidad y destrezas.
    * No se deben hacer amenazas. Se deben hacer advertencias.
    * Al definir los límites: éstos deberán ser claramente definidos por los padres y
    comprendido por los hijos, antes de ser impuestos como norma de comportamiento. Los
    límites deben apoyarse en las necesidades de padres e hijos. Deben fijarse sin que
    afecten el respeto y autoestima del niño, ni de los padres. Recuerde: tenga en cuenta
    siempre las etapas de desarrollo y temperamento de su niño.
    * Luego de que su hijo entienda perfectamente lo que se espera de él, considérelo a
    partir de ese momento, responsable de su comportamiento. Insistiendo: en atención a su
    edad y personalidad.
    * Se deberán ignorar, en lo posible, las conductas inapropiadas (ejm: rabietas); sólo
    preste atención al niño cuando esté sereno. Instruya y tranquilice a su hijo tan pronto la
    situación de desafío termine. Abrácelo y explíquele lo que ocurrió.
    * Diferencie entre desafío intencional y la irresponsabilidad infantil. Ejemplo: olvidar,
    perder, derramar cosas no son desafíos y deberán manejarse lo más suavemente posible.
    * No abuse del "NO". Actúe. Los niños entienden mejor la acción que el mensaje
    repetitivo.
    * Las consecuencias deberán ser inmediatas al comportamiento ( una conducta
    inadecuada que sucedió en la mañana no puede ser corregida en la tarde o a las horas de
    haber sucedido). Las consecuencias tambien deben ser apropiadas y de corta duración.
    * No olvide elogiar permanentemente a su hijo cuando hace las cosas bien.
    * Se debe estimular su autonomía: bañarse y vestirse solo, que escoja su vestuario, etc.
    Recuerde: edad y personalidad del niño.
    * No debe ser repetitivo.
    * No deberá haber contradicciones entre padre y madre: los padres deben ponerse de
    acuerdo en la manera de cómo disciplinar a sus hijos. Ambos deben coordinarse y nunca
    contradecirse.
    * Dediquen a sus hijos un tiempo exclusivo e individual, de calidad, sin interrupciones.
    Ésto fortalecerá su autoestima.
    * Y recuerde siempre: AL DISCIPLINAR A SUS NIÑOS, PERMITA QUE EL AMOR
    SEA SU GUÍA.

    Gisela Valera
    Psicopedagoga
    http://www.scribd.com/doc/2257863/Ensenando-disciplina-a-nuestros-ninos-en-el-hogar