Para la mayoría de los padres y las madres es difícil establecer límites firmes y ser cariñosos al mismo tiempo.
• Algunos quieren ganar siempre. Este tipo de padres siempre está controlándolo todo y dice “no” sin pensar si la respuesta pudiera ser un “sí” o un “quizás,”. Tiene demasiadas reglas o quizás no tiene reglas específicas pero espera de sus hijos poco menos que la perfección.
• Otros piensan que todo debe hacerse a la manera del joven, asumen los deseos de sus hijos sin preguntarse lo que es mejor para ellos o para toda la familia. Este tipo de padre a menudo se rinde, encuentra muy difícil decir “no” y no tiene suficientes reglas. Consecuentemente no espera lo suficiente de sus hijos.
• Lo ideal es encontrar un término medio en la relación con sus hijos, una relación donde están presentes tanto el amor como los límites.
No olvidemos que …
… los niños y jóvenes necesitan tanto amor como límites.
… el truco consiste en aplicar las sanciones o castigos sin perder los estribos, sin criticar o culpar.
… la consecuencia de enojarse al momento de dar el refuerzo negativo es que nos enfrascamos en una lucha de poder.
… la clave para aplicar sanciones o quitar privilegios es que la sanción será pequeña cuando el problema sea pequeño y sanciones grandes para problemas más grandes.
… lo importante es mantenerse firme en aplicar la sanción cuándo se desobedece a la regla. Así los hijos sabrán que estamos hablando en serio.
Para los jóvenes es normal cuestionar las reglas, ponerse malhumorados e incluso responder de mala manera. Pero aunque esta conducta sea normal es más importante que nunca que aprendan a escucharnos y a tratarnos con respeto. Si pasamos por alto el hecho de que nuestros hijos nos ignoren, o nos contesten de mala manera o se nieguen a hacer lo que decimos, las cosas pueden ponerse realmente fuera de control.
